Vitamina B12

Te contamos porqué esta vitamina es tan importante para nuestro cerebro.

B12

La vitamina B12, conocida también como cobalamina, es esencial para la salud de nuestro cerebro. No obstante, una parte de la población sufre un déficit de este nutriente, provocando que de forma lenta, pero progresiva, experimentemos problemas de concentración, cambios de ánimo, etc. Asimismo, esta vitamina es clave para el buen funcionamiento de muchos procesos vitales.

Es básica para nuestro desarrollo, y esencial también para llegar a edades avanzadas en buen estado físico y sobre todo, mental. Ahora bien, hasta no hace mucho el déficit de esta vitamina se asociaba en exclusiva a un tipo de anemia, esa donde los glóbulos rojos son más grandes de lo normal y donde los pacientes experimentan graves calambres en manos y piernas.

Sin embargo, una deficiencia en este componente media (no determina) en la aparición de los trastornos de ansiedad y las depresiones. Podríamos decir por tanto que la vitamina B12 actúa como protector cerebral, y una falta de ella puede favorecer la aparición de los siguientes problemas:

• Una deficiencia de vitamina B12 en las embarazadas pone en riesgo el correcto desarrollo cerebral del feto.

• La vitamina B12 promueve la formación de serotonina, la hormona de la felicidad. Un déficit de ella puede favorecer que nos sintamos más apáticos, nerviosos, con mal humor.

• Esta vitamina optimiza la función de las neuronas. Por tanto, si mantenemos un nivel más bajo de vitamina B12 durante un tiempo correremos un riesgo mayor de sufrir demencias, como el Alzheimer (recordemos, hay una correlación pero no una causalidad directa).

• Se sabe que las personas con esquizofrenia y autismo suelen tener un nivel bajo de vitamina B12.

• Una carencia de este nutriente cursa con baja energía, falta de concentración, pérdidas de memoria, etc.

Ideas para aumentar los niveles de vitamina B12

• No tomar más de 2 o 3 tazas de café al día.

• Aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina B12:

• Ostras.

• Almejas.

• Pulpo.

• Hígado de cordero.

• Salmón.

• Cereales de grano entero.

• Atún.

• Bacalao.

• Langosta.

• Queso.

• Huevos.

• Los antiácidos y protectores de estómago suelen destruir la vitamina B12.

• La aparición de parásitos intestinales dificulta la absorción de ésta vitamina. No cuesta nada consultarlo con nuestro médico y seguir un tratamiento.

Basta con seguir una dieta variada y equilibrada y basta también con atender nuestra salud digestiva e intestinal para que nuestro organismo no degrade esta vitamina, y pueda por sí misma llevar a cabo sus valiosas funciones vitales.

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